| Resumo: | A norma constitucional que dispõe sobre o ICMS interestadual nas operações destinadas a consumidor final não contribuinte do imposto sempre foi tema polêmico na doutrina brasileira, pelo fato de o constituinte ter determinado o recolhimento do imposto para os Estados de origem da mercadoria ou serviço (Estados produtores), privilegiando os Estados mais ricos e desenvolvidos do país. Nos últimos anos, a perda arrecadatória sofrida pelos Estados consumidores (Estado de destino da mercadoria ou serviço), em decorrência das novas práticas comerciais advindas das negociações não presenciais, realizadas pela Internet, telemarketing e showroom, aumentou ainda mais o prestígio designado pela referida norma aos Estados produtores, produzindo o descontentamento dos Estados consumidores. Tal situação ensejou a criação do Protocolo ICMS 21/2011, que modifica a norma de recolhimento do imposto, designando parte da arrecadação aos Estados consumidores, na busca de um tratamento tributário que minimize o desequilíbrio fiscal e objetive a diminuição de desigualdades entre as regiões do país. No entanto, o Protocolo 21/2011, da forma com que foi estabelecido, rompeu com diversas premissas do Sistema Tributário Nacional, o que pode ocasionar diversos impasses para a Federação. Afinal, como se poderá constatar, o Protocolo contribui para o aumento da carga tributária, permitindo o encarecimento de produtos e serviços, desrespeitando regras de proteção ao contribuinte. Nesse sentido, é muito importante a análise da legitimidade e eficácia do Protocolo 21/2011 de forma crítica, entendendo que, embora exista a necessidade de um mecanismo de distribuição justa e equilibrada da arrecadação do ICMS, que corrobore na redução de desigualdades regionais no país, essa medida tem de estar pautada nas regras constitucionais de proteção ao contribuinte e preocupada com os efeitos que pode produzir na economia do país. Caso contrário ela não será norma apta a ser introduzida no Sistema Tributário Nacional. __________________________________________________________________________________ RESUMEN
La norma constitucional que regula el ICMS (impuesto sobre las operaciones relativas a la circulación de mercaderías y sobre la prestación del servicio de transporte interestatal e intermunicipal y de comunicación que es semejante al IVA - impuesto sobre el valor agregado o impuesto al valor añadido - en Europa) interestatal en las operaciones destinadas al consumidor final no contribuyente del impuesto siempre ha sido un tema polémico en la doctrina brasileña por el hecho del constituyente haber determinado la entrega del impuesto al estado de origen del producto o de los servicios (Estados Productores) privilegiando los Estados más ricos y desarrollados del país. En los últimos años, la perdida recaudatoria sufrida por los estados consumidores (Estados de destino de los productos y de los servicios) debido a las nuevas pràcticas comerciales sucedidas por las negociaciones no presenciales, hechas por la internet, telemarketing y showroom aumentó más aun el prestigio designado por la referida norma a los estados productores, produciendo el descontento de los estados consumidores. Tal situación condujo a la creación del Protocolo ICMS 21/2011 que modifica la norma de la entrega de los impuestos destinando parte de la recaudación a los estados consumidores, en el intento de un tratamiento tributario que minimiza el desequilibrio fiscal con el objeto de disminuir las desigualdades entre las regiones del país. Sin embargo, el Protocolo 21/2011 en la forma con que fue establecido, rompió con diversas premisas del Sistema Tributario Nacional, lo que puede ocasionar diversos impases para la Federación. Pues, como se podrá observar, el Protocolo contribuye para el aumento de la carga tributaria, permitiendo el encarecimiento de productos y servicios sin tener en cuenta las reglas de protección al contribuyente. En este sentido es muy importante el análisis de la legitimidad y eficacia del Protocolo 21/2011 de forma crítica, llevando en cuenta que, a pesar de que exista la necesidad de un mecanismo de distribuición justa y equilibrada de la entrega del ICMS, que corrobore en la reducción de desigualdades regionales en el país, esta medida debe estar pautada en las reglas constitucionales de protección al contribuyente y preocupada con los efectos que puede producir en la economia del país. De no ser así, ella no será norma apta a ser introducida en el Sistema Tributário Nacional. |
